miércoles, diciembre 12, 2007

Jules sans Jim


El cartel de tu sexta temporada decía "Imagina que descubres que toda tu vida es mentira". La verdad es que tienes la extraña virtud de adelantarte a los acontecimientos sin ser consciente de ello, por eso siempre parece que ya lo has visto todo. Cuando esto acaba dejas entonces de vomitar, sales del búnker y empiezas a caerle bien a Bernardo. Es todo demasiado desconcertante, ¿no crees?
A dos metros bajo tierra era una más dentro de la lista interminable de series que faltan aún por ver, aunque con ella también hayamos contribuído al calentamiento global y al exterminio de las ballenas. Creo que en el fondo lloraste tú más que yo; y por cierto, aprovecho para felicitarte por abandonar la carrera de física.
Luego llegaron Xena, Kimberly, Breathe Me y las frases en plan "ay, ¿les conté que me violaron?", y a mí sólo me sale envidiarles porque sé que pueden tenerte delante cuando quieren y yo, en cambio, no. En realidad es parte de lo divertido... ya sabes, viajar a 1969 y descubrir tus fotos maltratadas nunca vistas. Te ganaste tu imagen hace tiempo y lo sabes. Ahora sólo espero que mientras recorras el Gran Cañón te acuerdes de escribir en mi bolsa para el vómito y me prometas que algún día haremos algo parecido.
Simplemente estuve pensando en que nunca había hecho una publicación para ti. Traumas aparte... me alegro de que al final sólo hayamos sobrevivido nosotros dos. ¿Quieres ser Jules o Jim?

domingo, noviembre 18, 2007

"Uh, this is boring"


Lo absurdo es que esta semana haya tenido lugar, y no el hecho de que te haga sentir bien saber que estás igual de programada que todos los que cogen el metro. ¿Por qué no admites de una vez que te sientes más desencantada que nunca?

lunes, noviembre 12, 2007

Nunca es tarde

Quiero aprovechar este momento para recordarle a R que es gilipollas. Cualquier día es bueno para decirlo.

domingo, noviembre 11, 2007

# Brühlgratch. La decadente sinfonía

Si realmente fuese necesario dar una descripción acerca de este sitio y los individuos que llegan a él, únicamente saldría hablar de la relación más desconcertante que ha existido en mucho tiempo.
La gente aparece por aquí intentando darle algún sentido a lo que hace o o deja de hacer, claro que un sitio tan expresamente preparado para ello puede llegar a convertirse en algo insoportable; pero en el fondo lo saben. Todos se abrazan, se quieren y se miran a los ojos al hablar... e incluso tienen algo sobre lo que hablar. Uno pasea por las calles y descubre que absolutamente todo aquel con el que se cruza tiene una sonrisa forzada o un comentario extrañamente amable que ofrecer -aunque es bien sabido que a ninguno de ellos les apetece mostrar el más mínimo signo de aprecio-.
Lo interesante de estas gentes es que, con tan sólo observarlos durante un instante, comprendes que se sienten tan incómodos porque ven atentados sus pequeños secretos inconfesables. Se miran recelosos los unos a los otros, sospechan y odian ser invadidos. Y poco a poco, aquellos que menos llaman la atención empiezan a tener más poder sobre ellos, a pesar de que en situaciones normales no sabrían qué hacer. Hasta el gesto más simple puede estar lleno de significado para personas que sienten tanta envidia entre ellos.
El que abandona no es cortés con los otros, así que sobrevivir en esta situación de Palacio de Versalles es lo único que les queda. Se odian pero les encanta aparentar que se soportan... y los que observan nunca han disfrutando tanto con semejantes hipocresías humanas y estupideces políticamente correctas.

jueves, noviembre 08, 2007

Ahora lo sé

En realidad nunca me acostumbré a que me amaras. Temblé cada una de las veces que lo dijiste, sin venir a cuento, mientras me mirabas cuando yo escribía en el ordenador, o cuando volví de Los Ángeles y nos emborrachamos hasta acabar abrazando a un drago cerca de tu casa, o cuando compusiste para mí tu primera canción y me la cantaste por teléfono.

Nunca seré realmente consciente de que me querías aunque sé que era verdad. Lo siento. Supongo que no me acostumbré, ni me acostumbro aún, a los amores correspondidos porque si yo me conociera desde fuera tampoc me enamoraría de mí. Tengo pocas de esas cualidades que me gustan tanto como tener carácter, saber defenderse o ser seguro de mí mismo. No me interpretes mal, no es que me odie ni mucho menos... Sólo que yo ocupo el lugar del gracioso excéntrico.

Pero me olvidé de la razón real por la que una persona ama a otra y nunca la tuve en cuenta y fue la misma que me llevó a ti. Era simplemente porque sí.

Siempre todo


¿Alguien más tiene la sensación de que, hasta ahora, nada ha tenido el más mínimo sentido? ¿Alguien más tiene la sensación de no saber lo que hace? ¿Alguien tiene la sensación de asquerosa felicidad mediocre enterrada justo en medio de su cerebro? ¿Alguien para compartir coche marcha atrás hacia el dolor? ¿Alguién para compartir habitación en el motel de las segundas oportunidades? ¿Alguien que conozca la cura para mis remedios? ¿Alguien que venga ahora mismo a abrazarme y no decir ni una sola palabra? ¿Alguien que me mienta absurdamente con que todo va a salir bien? ¿Alguien que me diga que soy más que polvo y gas? ¿Alguien? ¿Hay alguien que me pueda hacer llorar por una vez? ¿Alguien que no me rescate de la locura y que se vuelva loco conmigo? ¿Alguien que necesite mi compañía? ¿Alguien que me diga "te quiero" con sabor a vodka? ¿Alguien que se sienta blandito por las noches?

¿Hay alguien que empiece a sentirse tan raro y pequeñito como yo esta noche? Me vale también otra noche.

Esperaré. Siempre.

domingo, noviembre 04, 2007

You were the last high



Descubrí esta canción viendo Nine Songs (Michael Winterbottom, 2004) y desde entonces no he parado de ponerla. No sé por qué... pero en el fondo la película me ha parecido bonita, y eso que la crítica la ha asesinado calificándola de ida de bola pornográfica. Hubiese preferido poner la versión en directo para evitar este vídeo tan atrozmente patético, sin embargo la pésima calidad de lo que encontré me hizo cambiar de idea. Igual es sólo un tema pegadizo sin más, pero es que les ha quedado tan bien...

lunes, octubre 29, 2007

I'm sorry, I'm lost


Sé que no tiene nada de especial... pero me encanta esta foto. Es como quedarse de repente con la partes que realmente valieron la pena de un verano asquerosamente familiar (en plan bien) y descubrir que es cierto que me guste que mi padre vaya sin afeitar y que ande siempre con las gafas caídas. Es como único le salen miradas así de interesantes.

domingo, octubre 21, 2007

# Viotria. Demasiados pasos antes de saltar

Sería preciso que recuperases tu identidad. Ya sabes... intentar volver a ser la persona que eras antes. Sin influencias, sin intentar gustar a todo el mundo, sin repetir frases que no son tuyas. Solamente tú en estado puro, tal y como eras cuando todo te daba igual y aún no sabías nada de lo que ocurriría contigo en unos pocos años.
Llegados a este punto olvídate de que las personas más importantes en tu vida te han decepcionado siempre. No se trata de eso, no es cuestión de restar números a tu edad y volver al colegio.
Era inevitable que pensaras que te ibas a comer el mundo, se supone que forma parte de la naturaleza de todos, ¿no? Francamente, tú antes eras mucho más simple. Nunca te preocupabas tanto, de hecho, eras una persona tan arisca que te mostrabas completamente indiferente ante cualquiera que se quisiera acercar a ti.
Todo era más fácil cuando no sentías nada.

lunes, octubre 15, 2007

Otra vez

De nuevo fingiendo cumplir obligaciones, aunque con el entusiasmo inicial perdido por completo. Últimamente hay demasiadas cosas desaparecidas, ¿dónde estará la maldita lámpara de sal? Y subrayar tanto una palabra es de enfermos mentales, claro que hay quien no se cansa de mirar la misma foto a todas horas.
¿Un mes ya? Ojalá fuese miércoles.

sábado, septiembre 15, 2007

La gente siempre abandona

Probablemente esta sea la maleta que más me haya costado hacer desde que me veo obligada a ello cada tres meses.
Mi verano comenzó -como siempre- conmigo asomada a la ventana del salón y con la música sonando de fondo, seguramente era un intento de disfrute del frío y la lluvia que todavía en junio forma parte de mi ciudad. En cuanto escuchaba cualquier ruido sacaba la cabeza pretendiendo que R. apareciera en mi calle por casualidad, luego nos veríamos, él me pediría que bajase y yo caería de nuevo en la estúpida decisión de olvidarme de todo aquello por lo que me negaba a llamarlo.
Y hoy reflexionando... sí, las distancias imposibles son mi especialidad y estos meses lo han demostrado a la perfección. Quiero quedarme y estoy destruída, esa es toda la historia. Por primera vez en mi vida siento cosas y empieza a parecerme algo tan doloroso que incluso hubiese preferido perderme esta parte y dejar todos los fragmentos del cuento en nada.
Maldita séptima temporada...

martes, septiembre 11, 2007

Terror starts at home

Yo creía que su casa tenía un olor peculiar por naturaleza propia, algo que de alguna manera me trasladaba y me hacía sentir bien cada vez que pasaba por esa calle. A veces incluso resultaba triste, pero en el fondo era todo un placer dar con algo así de familiar después de tantos meses. Y hoy vuelvo a pasar de camino a la estación... ¿una tintorería en el piso bajo? Qué estupidez, no entiendo cómo no me había percatado antes.

lunes, julio 23, 2007

Lo que me dejé en La Laguna

"Tío, en realidad estoy súper deprimida y encima me siento aún más estúpida por estarlo"
"Mierda, es todo como volver al mundo real. Atascados de nuevo"
"Vives en A dos metros bajo tierra, Macus es Ruth"
"... aburrido cual ostra submarina"
"¿Cómo puede ser así? Tan sólo fueron dos días..."
"... y no lo digo en plan para dar ánimos sin sentido"
"No, en realidad necesito escuchar historias bonitas, aunque no tengan un final feliz"
"Me da igual, al menos te has civilizado un poco"
"¡Eres humanoide!"
"Porque 'en plan bien' es el amago de aprecio oficial"
"Es que a mí no me sale ser así, soy demasiado friki"
"Así que me tajaré, me amargaré y enviaré mi primer mensaje de erótico-borracha"
"Mira, es como los viejos tiempos, sólo falta R."
"Eso sí que no me había pasado nunca"
"¡Grrrr! Malditas distancias interinsulares..."
"Es que llegó un punto en el que estábamos preocupados y todo"
"¿Ves que no estás tan muerta por dentro?"
"Besos chiquilla (miles de ellos)"
"¡Oye! que lo de Sayid a veces pasa..."
"Ay... ¿te conté que se sale? Le encanta Iker Jiménez"
"Qué recuerdos con Frida Kalho... ¿verdad?"
"Es que te fuiste caminando a tu casa tan a gusto para pensar en tu historia... me encantó"
"Lo que pasa contigo es que odias que siempre te faltase una conversación que lo zanjara todo"
"En realidad mis pies nunca habían encajado tan bien"
"Prrr... la siguiente me toca a mí. Antes de irme, lo prometo"

lunes, julio 16, 2007

Everything Ends

Publicación friki donde las haya, pero no lo podía dejar pasar. Hace prácticamente un año que empecé a ver esta serie y ayer, por fin, vi el último capítulo, Todos están esperando. Vaya... en realidad quiero vomitar, así que hoy toca de nuevo la típica lista en la que definir por qué A dos metros bajo tierra es "lo mejor que me ha podido suceder en este momento" (ejem).
  • Porque definitivamente Allan Ball es el mejor director y guionista que existe.
  • Porque me he enamorado de cada uno de los personajes.
  • Porque al empezar cada capítulo me obsesionaba siempre con averiguar la edad con la que moría cada individuo.
  • Porque los últimos minutos consiguieron hacerme llorar a pesar de estar muerta por dentro.
  • Porque los creadores trajeron a mi vida el término "síndrome bipolar".
  • Porque jamás me cansaré de escuchar la canción de los créditos como despertador.
  • Porque Ruth era de lo más deprimente, Brenda resultó ser humana al cabo del tiempo, Nate hacía desnudos integrales, David hizo que pareciera fácil ser homosexual entre americanos y Claire superó su fase de artista alternativa.
  • Porque no paran de asesinar a Bush a base de comentarios.
  • Y porque hacían exactamente todo aquello que yo quería que ocurriera, aunque siempre sin que me lo esperase (pobre Lisa).

miércoles, julio 11, 2007

Ojalá y quizá


Habíamos caminado sin rumbo durante horas, juntos en la noche como tantas veces. Se había convertido en una de nuestras costumbres con los años. Recuerdo que esa noche hacía frío y andábamos con los brazos cruzados delante del pecho porque, como de costumbre, no nos habíamos abrigado. A veces hablábamos y a veces nos quedábamos en silencio. A veces simplemente jugaba a adivinar lo que estaba pensando y no se me daba nada mal. Tras un tiempo sin hablar fue cuando te atreviste a preguntarme.

- Entonces… ¿cómo te va con él?

Lo miré mientras seguíamos caminando con una sonrisa ladeada completamente espontánea. Sabía que se había estado mordiendo la lengua desde que salimos a caminar y en realidad nunca entendí por qué no me lo preguntó desde el principio, pero ahora que lo pienso yo suelo hacer lo mismo. Hago pocas preguntas.

- En realidad creo que voy a pasar del tema. Estoy bien así.

Seguíamos andando y, continuando con mi juego de leer sus pensamientos, supe lo que venía a continuación.

- Y… ¿es que ya no te gusta? ¿o él es el que no quiere?

Yo seguía caminando mirando al frente, evitando su mirada inquisitiva que siempre lograba ponerme nervioso incluso en temas tan inofensivos como este. Respiré hondo sin saber exactamente lo que quería responder.

- Las cosas son más complicadas que eso.
- Ya… supongo que no te apetece complicarte ahora.

Ahogué una carcajada de modo que sonara lo más irónica posible:

- No, créeme, complicarme me encanta y me parece que tú lo sabes mejor que nadie… ¿Te imaginas que no me quejara de nada nunca? Sería el fin del universo conocido.

El rió también, sin verdaderas ganas, en gesto de asentimiento. Otro silencio incómodo, sabiendo que él aún quería saber más, así que esta vez me acorraló. Se paró en seco y me miró a los ojos, Me gustaba verlo así. Lanzado, quieto mirándome a los ojos, algo a lo que no podía resistirme, con la cara iluminada de color azul por las luces de neón de algún bar de striptease o quizá sólo de una tienda 24 horas. Sonrió ligeramente para no parecer agresivo o agobiante en su pequeño interrogatorio que en el fondo yo mismo deseaba.

- Entonces, ¿por qué no puedes?

Me quedé dos segundos contemplándolo, no sé si pensando con cuidado la respuesta o sólo observando cómo su cara cambiada de azul a rosa con la luz del cartel de neón parpadeante que debía de tener yo a mis espaldas. Se veía como nunca, como un ángel a pesar de no tener cara de persona bondadosa, pero aprendí a controlar ese tipo de pensamientos mucho tiempo atrás. A quién quiero engañar… sólo quería mirarlo una vez más porque las mil veces anteriores me parecían insuficientes y probablemente dos mil también lo serían. La respuesta la había pensado durante muchas noches de susurros con la almohada.

- Él… es perfecto. No tiene nada que no me guste. Yo le gusto y él me gusta y seríamos felices por mucho tiempo. Y seguramente nadie conseguiría hacerme tan feliz por tanto tiempo. Puedo enamorarme de él y él se enamorará de mí. Sería como el mejor sueño del mundo.

- Ah vale, eso lo explica todo.

Le sonreí bajando la mirada hacia el suelo, sabiendo que él también me sonreía. Evité su mirada para poder seguir sin titubear.

- No. No lo entiendes… Todo sería perfecto y sólo tengo que dar el paso, pero no quiero hacerlo. No es que no pueda, es que no quiero. Estaba decidido a hacerlo, pero anoche me di cuenta de algo que no me había parado a pensar. Y es que, si no me enamoro de ti, no quiero enamorarme ni de él ni de nadie.

Alcé la mirada para encontrarme con la suya. Se había quedado mudo y estaba serio, pero no parecía tampoco disgustado. A lo mejor no había nada que decir a aquello, pero él respondió de todas formas.

- Creía que eso había sido hace mucho tiempo…

Yo no me reconocía hablando con tanta seguridad como lo estaba haciendo. Parecía el protagonista de una película, con frases perfectamente meditadas por un equipo de guionistas.

- Tú me necesitas y yo te necesito. Para mí eso basta. Y aunque hayan pasado los años y las cosas hayan cambiado, hay cosas que nunca cambian.

Él no quiso aparentar su nerviosismo pero obviamente estaba nervioso, con un terremoto en su interior. Apartó la mirada y seguimos andando, callados nuevamente. Una vez más traté de adivinar sus pensamientos y saber qué frase vendría a continuación:

- Me muero de hambre… ¿compramos una hamburguesa?

Una vez más, acerté.

jueves, julio 05, 2007

Canciones con las que pronunciar la z

El ruido del avión, y el mundo se perdió
Y todas las miradas se centraron en mi voz
Sabía qué decir, aunque...
lo dijeras al revés, yo estaría sin dormir
y las líneas de mi mano seguirían sin decir, que no se me pasó
Sólo fue que olvidé, que una parte en las cosas es pura
y la otra sufrió una especie de crisis de angustia
que la devolvió sin querer dar la vuelta.
Dije sí, lo noté, como todas las cosas se vuelven de plata
y la luz se apagó, encendiendo a su vez una estrella
que indica el lugar donde pierdes el sueño
Y logré que esta vez, los fantasmas pagaran la cuenta, yo tiro otra vez
Y ahora, yo sé lo que tengo que hacer
Conseguirme otro par de zapatos…

De cuero y de cordón, de lágrimas y pan
Con todas las canciones que nunca llegué a tocar
Donde se durmió, esa voz y ese lugar
Se hace oír, aunque no llegó a sonar
y las palabras no surgieron en el viento
Es verdad que una vez yo también intenté conseguir lo que tú
y me encontré, rodeado de gente que no conocía
Y todos sabían mi nombre…
Mi nombre es…ese que tu me has dado
Mi nombre es... ese que llama por ti
Tu nombre es ese que guarda mil horas
Es verdad, que esta vez
los fantasmas pagaron la cuenta y yo tiro otra vez…
Y ahora, yo sé lo que tengo que hacer
Conseguirme otro par de zapatos…

El ruido del avión…

Iván Ferreiro
Me toca tirar

lunes, junio 25, 2007

Oda a las personas bonitas


En serio... ¿ahora tengo que escribir algo?

martes, junio 19, 2007

Ordenando viejas historias

Ayer me pasé el día entero dándole un poco de orden a mi vida... o lo que viene a ser mi habitación. Quizás lo más curioso de todo esto es que poco a poco me empecé a encontrar con pequeños detalles que, por un instante, me hicieron volver a unos pocos años atrás en los que creía que ya nunca nada cambiaría.
Visto con cierta perspectiva y desechando por completo el componente nostálgico que siempre me acompañó, seguramente lo más gratificante de todo es el haberme dado cuenta de que me engañaba pensando que esos momentos habían superado con creces a todo aquello que vivo en este momento. ¿Por qué no he de ser cruel?
Luis me escribía todas las semanas sus deprimentes cartas en las que relataba su catastrofista y atormentada historia de amor adolescente, me hubiese gustado verlo de buen humor más de vez en cuando. Sheila y Eli me robaban siempre la agenda para poner tonterías de esas con amagos de aprecio e hipocresías por el estilo, e incluso Santi me dijo una vez que me quería... y el sábado me miró de nuevo con esa cara de rencor. Isa no cogía el teléfono y Guillermo, después de cuatro años, tuvo la genial idea de llamar para decir "me apetece montón verte" (qué lástima, a mí no). Javi pensaba que era una especie de esquizofrénica porque me presenté pidiéndole un beso en la frente y todas las palabras que alguna vez Romén pronunció, hace ya demasiado que dejaron de tener significado. Inconscientemente, las notas que Bruno dejó durante su viaje a Italia no iban dirigidas a quien yo creía y a veces me pregunto si con David y Saray podría tener conversaciones sobre algo que no fueran las ya muy repetidas anécdotas del colegio.

martes, junio 12, 2007

El bombardeo

A veces me gustaría ser de esas personas que están deseando sacarse el carnet de conducir para que el riesgo de accidentes de tráfico aumente por momentos... tampoco entiendo por qué se emocionan con las tormentas de verano.

jueves, abril 26, 2007

Sobre cosas insignificantes


Se supone que no es tan difícil... ¿no? Sólo hay que crear música para un cepillo de dientes. Me gusta la gente que utiliza ópticas macro, y creo que saber depilar cejas tiene que ser de lo más gratificante. Odio que el voto por correo no sea igual de emocionante, aunque Néstor dice que me vende el suyo (mi hermano tiene pestañas de anuncio de rimel). Y encima los jueves son estresantes para todo el mundo.

miércoles, marzo 28, 2007

Cinco extraños hábitos

En realidad nunca he jugado a estas cosas, pero esta me resultó bastante curiosa y sé que hay un alma inquieta a la que le hacía ilusión (para una cosa en la que resulto escogida...). Lo de siempre, cinco hábitos raros y cinco personas a las que enviarle la cadena. A ver, empiezo...
a) Supongo que, pese a lo que aparente, soy una persona bastante tímida a la que le cuesta entender a las personas y sus peculiares tendencias. Caminar a solas por la calle es una de mis pasiones, pero hay determinadas personas que verdaderamente consiguen intimidarme al cruzarse. Cuando me ocurre esto siempre bostezo o me toco el rabillo del ojo de una forma totalmente inconsciente.
b) Sí, soy de letras, y es la excusa más perfecta que ha creado la humanidad (como para sobrevivir otros veinte años más). La cuestión es que, pese a todo, los números me obsesionan; no en plan matemático esquizofrénico, lo que ocurre es que adoro los números impares y detesto los pares. Cuando subo o bajo el volúmen de la televisión, el número tiene que quedarse siempre en impar (si no es así mis nervios estallan al instante).
c) Con la comida me obsesionan las texturas. Las cosas viscosas y húmedas prefiero no incluirlas en mi menú. Véase espárragos blancos o salmón ahumado. ¿Es a mí a la única a la que le hace gracia lo del saumon fumée de los franceses?
d) Tiendo a hacer comentarios incoherentes que sé que sólo entendemos unos pocos (o más bien sólo nosotros le encontramos la gracia). Mis favoritos, la derecha y la izquierda política ("¿Dónde está mi bolígrafo comunista?") y los cambios en el sentido de las palabras ("¿Dónde está la salida?" "Salida tu puta madre").
e) Cuando escribo me suele llegar la inspiración mediante una canción, aunque al final no guarde ninguna relación. Todas las veces activo el modo repetición y la dejo sonando hasta que termino el primer borrador (siempre con papel y bolígrafo en mano).
Lo de seguir el juego lo dejo al criterio de cada cual, que lo haga el que tenga tiempo y ganas.

viernes, marzo 09, 2007

El mejor cosquilleo en la nuca


Hoy me metí en la guagua más vacía que encontré sin saber siquiera dónde iba a aparecer. Al llegar me encontré con una montaña preciosa llena de árboles caídos por el viento y un pequeño camino que rodeaba a un cutre riachuelo. Cuando subí, prácticamente no di con nada que realmente mereciera la pena, sólo frío... y algunas luces extrañas. El resto supongo que no es más que otro frustrante secreto.

jueves, febrero 15, 2007

Humano terminal

Ya no puedes autocompadecerte. Ya no puedes regodearte en tu sufrimiento eterno. Ya no puedes estar solo porque te he visto y te he tocado. Ya no tienes excusa para estar triste. Esta es tu maldición.

¿No es terrible?

domingo, enero 07, 2007

Feliz 1969


Tan sólo unos siete días de retraso, y es que la foto era más que necesaria. En la próxima temporada claveles, siento que no todos lo entiendan.