lunes, abril 14, 2008

Dame más

Cuando me convencieron para firmar por una séptima temporada, nadie me adivirtió de las maléficas alianzas que se formaban a mis espaldas, ni de los tíos buenos a los que les faltan luces, muchas luces (de hecho debería llamarse el apagón de Nueva York) ni tampoco de que todas las parejas del mundo se iban a destruir excepto las formadas por personas que, según se estipulaba en el contrato, están muertas por dentro.

Y llegados a este punto, al ecuador de la temporada y con diez capítulos aún por delante, se nota que los guionistas han empezado a tomar drogas. Ahora, de repente, han cambiado a todos los extras excepto a la niña omnipresente (como no podía ser de otra manera, su última aparición fue en el tranvía), Libre ha confesado sus experiencias homosexuales (¡cucum!), las maléficas alianzas planean mi asesinato, Britney Spears es una pedazo de artista a pesar de su pelo y además he recuperado mi libido y mis ganas de vivir en un repentino brote maníaco.

Para esta segunda mitad de la séptima, más. Dame más, que dice en su último videoclip Britney, que en paz descanse...