lunes, junio 19, 2006

Viento


Wind in the Wires Posted by Picasa
Siempre los mismos personajes en la biblioteca, en las mismas mesas y haciendo las mismas tonterías con tal de evitar estudiar. La rubia del flequillo con sus amigas aguantándose la risa provocada por un estúpido ruido de sillas, el chico de odontología que lleva tres días mirando la misma página o tú, que mueves los labios a modo de discurso mientras te fijas en la forma de corazón que tiene el tomo número 62 de la colección de libros azules que hay enfrente.
Y lo único que descubres después de tantas tardes encerrada es que, absolutamente todos los que se han sentado a tu lado, saben hacer girar el bolígrafo en sus manos y que tú sigues sin encontrar la forma de hacerlo. Estás tan empeñada en no aprovechar la jornada, que sientes incluso celos por idioteces de ese estilo.
¿Cuántas horas llevas sin abrir la boca? ¿seis? Todo es un asco... Ojalá fueses como el protagonista de esa película al que empiezan a medicar por hiperactivo, al menos no te obsesionarías tanto con tus constantes distracciones. De acuerdo, a mí sí que me gustan.
¿En tantas cosas tienes que pensar? Hola... estoy aquí. Me gusta observarte en los días en que pareces estar cansada y de mal humor, me das miedo igualmente... pero resultas encantadora. Y tú notas que sé todo lo que haces, ¿verdad?
Ahora ya sé que cuando van a cerrar consigues memorizar el doble que en las horas anteriores (actúas mejor bajo presión), que cuando te pones nerviosa se te encorva la espalda mientras te aprietas el vientre y que tienes pintadas azules en la muñeca derecha porque a veces, sin darte cuenta, te relajas clavándote el bolígrafo en la zona de las venas.
Hoy te echan pronto... sigues muerta de miedo por el examen y con la sensación de frustración que tanto te gusta tener cuando atardece. Sales fuera y una brisa de viento te despeina como nunca, pero hoy todo te da igual. Tú sólo cierras los ojos, empiezas a caminar y a modo de susurro (pensando que nadie lo oirá) dices lo primero que se pasa por tu cabeza: "el viento es demasiado atroz".
Creo que adoro imaginar vidas.

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