Muerto, tal y como siempre temí encontrarte. Te has quitado la vida y aún pretendes que pensemos que todo sigue igual.
Tu tiempo se acabó y no has sabido aprovecharlo. Ahora sólo siento náuseas. Adiós R.
(a la espera de una máquina del tiempo que nos permita viajar a bachillerato para meternos una paliza)
No hay comentarios:
Publicar un comentario